Las inversiones inmobiliarias compiten con todas las otras formas, acciones, bonos, moneda extranjera, insumos, materiales, las inversiones inmobiliarias es la preferida y es importante comprender sus principios y comparar sus previsiones para preferirla.

Las desventajas a la hora de elegir una inversión, son un poco las opuestas a las ventajas, y unos cuántos aspectos más referidos a la situación política que a la situación real.

La desventaja que más preocupar es tener comprometido un capital, durante tanto tiempo por delante que da la sensación que tendremos una preocupación toda la vida.

Casi crecemos con la idea que esto pasará. Sin embargo, también hay que tener presente que la desventaja no está en el futuro, sino en el presente, la iliquidez inmediata es la desventaja, siempre se puede vender lo que ya se tiene invertido, incluso la deuda en el futuro, pero nada garantiza que pueda realizarse rápidamente, sobre todo cuando en un mercado como el Argentino, con inversiones en proceso de pesificación.

La ventaja con este punto es que lo que sea que se haya llegado con la inversión, aumenta con el tiempo. El valor de la propiedad, parte de ella aumenta el capital invertido, mientras que el capital comprometido en el futuro es igual, como ventaja o desventaja, en cualquier presente, el capital ha aumentado.

Otra desventaja, es que se concentra la inversión, cuando cualquier operación de inversionistas recomendará no tener todos los huevos en la misma canasta, la inversión inmobiliaria es importante y está aglutinada en un solo producto, lo único que neutraliza esto es tener repartida la inversión en diferentes emprendimientos inmobiliarios, aunque de todos modos, hay un importante capital en un único tipo de inversión.

En ésta última situación, no hay mucho ya que a los inversores sorprenda, luego de la situación de burbuja que fue prácticamente en los países más sólidos, la recuperación, es a largo plazo, y el propio negocio inmobiliario propone tiempos de recuperación amplios, de manera que es un riesgo que se presupone, no más resbaladizo que las acciones.

Aunque algunos piensan que una desventaja importante deviene de los gastos no contemplados, la experiencia en la construcción previene esa situación hasta neutralizarla. La probabilidad de mayor riesgo está en las ventajas o desventajas geográficas, que tiene que ver con el clima. El cambio climático es un hecho, y las prevenciones tienen que tener en cuenta que habrá una realidad en el futuro que se está estimando en el presente.

Energía y zonas suficientemente contraladas para la provisión de agua, sin inundaciones ni dificultad en el transporte es una prioridad.

En los barrios cerrados es una situación que se tiene muy presente, equipamiento, mantenimiento y reparaciones son los gastos que se contemplan, al mismo momento que el proyecto sale de los planos de arquitectos a la realidad.

En los parques industriales de la zona Sur, hay contemplado subestaciones energéticas, y todas las previsiones para mantener  saneado el ambiente, sobre todo en la zona de lagos, en San Vicente, donde se cuida y preserva el ambiente y se desarrollan deportes náuticos.

Las ventajas en las inversiones inmobiliarias siempre han sido superiores a los cimbronazos de la política y mucho más frágiles frente a los problemas de fuerza mayor, el clima, mientras los primeros serán transitorios, los segundos serán repetitivos e incluso inimaginables, por lo que los recursos propuestos en la dirección de la prevención de desastres naturales son la variable que pesa, más que la coyuntura política que problematiza las operaciones inmobiliarias.

Otra ventaja es que es una inversión que protege contra la inflación, los costos de la construcción dependen de la oferta de materiales, en Argentina, la situación es por el momento peculiar, las dificultades de acceso a la moneda extranjera ha producido que la gente invierta en materiales para reparar sus inmuebles, lo que ha impulsado el negocio de los materiales de la construcción, y con ello aumentar la oferta, disminuir los costos, y poder aprovechar en mejorar la calidad sin demasiado impacto en la inversión.

Los inmuebles son bienes tangibles, que ofrecen una renta en el futuro, sostenida, controlable con un riesgo que se puede prever con un buen plan de mantenimiento.

Las inversiones inmobiliarias, siguen siendo un mejor plan para minimizar riesgos para el capital invertido a pesar de las situaciones particulares por las que pasan los países.

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